Historia de la Cofradía de la Pasión

La fundación de la Cofradía de la Pasión fue una iniciativa liderada por D. Ignacio Ustara de Jauregui, feligrés de la parroquia de San Vicente Mártir de Abando de Bilbao, que contó con el apoyo incondicional del entonces párroco y Arcipreste de Bilbao, D. Domingo de Abona Vidaurrázaga, y de su entorno social más cercano.

La Cofradía de la Pasión, una vez constituida en el año 1940, quedó bendecida, erigida y autorizada canónicamente el 9 de enero de 1941 por la Autoridad Pública Eclesial competente de la Diócesis de Vitoria (a la que pertenecía por entonces la Villa de Bilbao y el territorio de Bizkaia), tras la aprobación de sus primeras reglas.

La Cofradía de la Pasión tuvo su primera aparición en la Semana Santa de 1941 haciéndose cargo de la organización de la ya popular Procesión de la Virgen de los Dolores que hasta ese momento era organizada por la Tercera Orden de los Servitas con sede en la misma parroquia. Dicha procesión recorre, desde sus inicios, el entorno parroquial, sacando en procesión la imagen de la Virgen Dolorosa expuesta al culto en el templo de San Vicente Mártir de Abando.

El 5 de marzo de 1944, la Cofradía de la Pasión y la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Bilbao firmaron por primera vez la hoy abolida Carta de Hermandad que permitía la participación y asistencia de la Cofradía de la Pasión (y de las futuras Cofradías que se fueran sumando) a las procesiones que organizase la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Bilbao. Dicha Carta de Hermandad quedó sin efecto en el momento de la constitución de la Hermandad de Cofradías Penitenciales de la Villa de Bilbao en 1989.

El 9 de febrero de 1960, la Cofradía de la Pasión se fusionó con la Cofradía de las Palmas, la cual también tenía su sede canónica en la Parroquia de San Vicente Mártir de Abando desde su fundación en marzo de 1946. Esta cofradía había sido fundada por catequistas de la citada parroquia con el impulso de uno de sus Consiliarios, D. Julián Icaza Zamacona.

En dicha fusión se acordó conservar el nombre de la Cofradía de la Pasión por ser la más antigua y la que más arraigo tenía, modificándose el emblema y el hábito.

A partir de la fusión, la Cofradía de la Pasión pasó a organizar también la popular Procesión del Borriquito, que hasta entonces se era organizada  por la Cofradía de las Palmas.

Desde entonces y hasta la actualidad, los distintos responsables de la Cofradía y sus Juntas han trabajado por conservar la tradición de la Semana Santa disfrutando de los buenos momentos y sorteando tiempos difíciles.

Aunque todas las épocas han tenido su importancia y trascendencia, es reseñable la década de los años 90, cuando asumió la responsabilidad el actual Abad con su Junta de Gobierno. De su gestión es de destacar la profunda transformación que se produjo en la Cofradía, fruto de una estrecha colaboración y un gran saber hacer, consiguiendo su integración en la pastoral de la parroquia, su afianzamiento en la Hermandad de Cofradías y, sobre todo, la renovación e incorporación de patrimonio. En su patrimonio accesorio se ha incorporado orfebrería, paños y bordados, mientras que en cuanto a los pasos, se han restaurado el Ecce Homo y el Borriquito y se han incorporado nuevas imágenes y andas; Padre Jesús de Pasión (2001), Nuestra Señora de Ramos y del Rosario (2006), Hosanna (2016), Stmo. Cristo de la Salud (2018) y Gólgota (en proceso de realización).