Se trata de una imagen que forma parte del patrimonio de la feligresía de la parroquia de San Vicente Mártir de Abando, realizada por el escultor-imaginero Quintín de Torre Berastegi y data de principios del siglo XX.
Es una imagen de vestir, “de candelero”, con talla de cabeza, cuello y manos, en madera policromada, donde se aprecia la finura y el estilo de su creador. Representa a nuestra Madre Dolorosa con las manos en actitud de oración, meditando en su dolor y en el de la humanidad.
La talla, coronada con una diadema de oro blanco, viste con unos ropajes y un manto llenos de bordados de oro y pedrería. También destaca su rosario y su corazón atravesado por siete puñales.
Esta imagen procesiona por la calles de Abando, junto a la imagen del Padre Jesús de Pasión en la procesión de la Virgen de los Dolores de la noche del Viernes de Dolores. En la actualidad, esta imagen tiene culto en la capilla de los Zumelzu de la iglesia de San Vicente Mártir de Abando.