La Cofradía de la Pasión ha tenido, desde sus orígenes, como color predominante el negro (sotana y capirote), símbolo de luto, sobriedad y respeto.

Desde 1941 y hasta la fusión con la Cofradía de las Palmas, la sotana de tergal, los botones, el antifaz y el babero de terciopelo eran de color negro, así como los calcetines y zapatos. En cambio, el cíngulo, los guantes y el cordón de la medalla eran blancos. La Cruz de Jerusalén, centrada en el antifaz y en el babero, también era de color blanco.

Tras la fusión con la Cofradía de las Palmas, se respetó el color negro, pero el rojo tomó importancia, sustituyendo al blanco en el cíngulo y en el emblema. Los guantes se mantuvieron en blanco.

Por motivos económicos, hasta los años 90, no se incorporaron al escudo de la Cofradía de la Pasión las dos palmas doradas entrecruzadas, en recuerdo de las que tenía en su escudo la desaparecida Cofradía de las Palmas. Hasta entonces, el escudo completo solo aparecía en las enseñas.

Después de una profunda renovación del vestuario en el año 1997, se recuperó el terciopelo en el antifaz y se aprovechó para sustituir el babero por una esclavina reversible de terciopelo.

Actualmente, la vestimenta completa consiste en túnica de tergal en color negro con botonadura en rojo, antifaz de terciopelo negro y esclavina de terciopelo rojo y negro, reversible en función del acto al que se asista. Tanto el antifaz como la esclavina tienen bordado el escudo actual de la Cofradía en rojo y dorado. El cíngulo y el cordón de la medalla son de color rojo, mientras que los guantes, zapatos y calcetines son de color negro.

Los miembros de la Junta de Gobierno y los Hermanos Mayores portan capas de terciopelo rojo con el escudo en el lado izquierdo.